Comenzamos analizando una definición tratada en la Diplomatura Superior en Educación y Nuevas Tecnologías Cohorte 4 de Flacso, donde en la Sesion 1. Materiales educativos, materiales didácticos del módulo análisis de materiales digitales
“Los materiales educativos pueden ser definidos como los textos en diversos soportes que se utilizan en las prácticas de enseñanza con el fin de ampliar las fuentes de información, las actividades o formas de presentar los temas que se quieren trabajar.”
Es interesante ver que el material educativo sólo puede ser textual. Según esta interpretación, en necesario desarrollar un discurso con un hilo general para ser considerado como tal. Esto supone una primer pregunta: ¿Los materiales que no son meramente textuales (una presentación gráfica que sólo incluya imágenes o símbolos, por ejemplo) no entran en esta categorización?, o ¿Estamos hablando de una textualidad extendida, donde se consideran otros componentes paratextuales de forma implícita?
Luego, la utilización en las prácticas de enseñanza supone un objeto y un sujeto. Creemos que se debería ampliar el concepto al de enseñanza-aprendizaje (tratando de no caer en esquemas conductistas), ya que estos materiales pueden ser utilizados en forma individual, sin la necesaria intervención de un docente. Tal vez es el objetivo primordial de los materiales de autoguía y de autoevaluación, sin que esto implique dejar de lado los considerados de apoyo a las clases.
Avanzando con el análisis, leemos que “podemos señalar como un criterio de diferenciación entre materiales educativos y materiales didácticos el procesamiento que suponen los materiales didácticos por parte de especialistas en diseño instruccional para que respondan a una secuencia y a los objetivos pedagógicos previstos para enseñar un contenido a un destinatario. La finalidad de éstos últimos no es sólo transmitir una información a cierto tipo de público sino que el lector/usuario aprenda y comprenda las temáticas trabajadas en él.”
Esto presupone que los materiales didácticos con una sub-clasificación de los materiales educativos, por ser más específicos, y por poseer una metodología también específica. Ahora bien, analizaremos un material presentado por el portal Educar.ar donde a través de un link se accede a una colección de 21 cd, en nuestro caso analizaremos el CD 15 “Aprendizaje por proyectos en tecnología” ofrece la posibilidad de ser analizado en ambas categorías. Es un material educativo porque puede ser utilizado para ampliar las fuentes de información, y que el aprendiz comprenda las temáticas que aborda. Creemos que es una alternativa valiosa para el trabajo del docente que desea emprender la búsqueda de una interpretación del tema, aunque tal vez sea un poco extenso, y requiera una segunda o tercera lectura para comprender en profundidad el objetivo de la propuesta. Es interesante verlo desde la óptica de que no es un material lineal. Si hacemos memoria y recordamos “Rayuela” de Cortázar, donde la lectura de la novela no era completamente lineal, sino que el autor sugería un determinado recorrido por sus capítulos, para luego rearmar el camino. Cuando un material ofrece esa posibilidad está ofreciendo al aprendiz una tarea más ardua, aunque según nuestro parecer más enriquecedora, porque obliga a la exploración y al armado de estrategias para su comprensión, lo que resignifica la tarea. Ojalá pudiéramos ofrecer esto a nuestros alumnos, si los contextos nos lo permitieran, aunque esto es otro tema.
– ¿Por qué es importante utilizar materiales en las propuestas educativas? – ¿Cómo se vinculan estas representaciones con las modalidades de pensamiento?
Para responder a este tópico podemos coincidir con que “trabajar con materiales distintos podría favorecer el interés de los alumnos en la temática”. Si entendemos el podría como un condicional, o sea que no es necesariamente un factor decisivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, vemos que el enfoque de recurso es válido en este contexto.
Creemos que a esta altura del desarrollo de las sociedades modernas, el uso de estos materiales es imprescindible. Cuando comenzamos a analizar el porqué, nos encontramos con algunos pensamientos que se han desarrollado en esa dirección, como es el caso de Goodson, quien retoma a Barlow, el que diferencia entre dos tipos de mindset, como ser: “la primera entiende que el mundo actual es el mismo solo que más tecnologizado; por el contrario, la segunda, concibe a esta sociedad como radicalmente distinta a la anterior como producto de las operaciones desarrolladas por las nuevas tecnologías”. Si nuestra sociedad es radicalmente distinta a la anterior (supongamos que es la industrial), tendremos que pensar de otra manera, para poder entender a nuestros alumnos que han nacido en este nuevo mundo. Creemos que no es tan así, ya que los cambios culturales, si bien se han acelerado, no son tan rápidos en las sociedades como los económicos o demográficos, por citar algunos casos. Las necesidades humanas siguen siendo las mismas, y vemos que no han sido aún satisfechas para hablar de un cambio radical. Muchos de nuestros alumnos van a la escuela con hambre, aún, y muchos con telefonos celulares, también.
Dándole una perspectiva nueva, Alejandro Piscitelli entiende que para nombrar a estas dos categorías de personas se deben utilizar los conceptos de “inmigrantes” y “nativos”. “Los nativos digitales aman la velocidad cuando de lidiar con la información se trata. Les encanta hacer varias cosas al mismo tiempo, y todos ellos son multitasking y en muchos casos multimedia. Prefieren el universo gráfico al textual. Eligen el acceso aleatorio e hipertextual en vez del lineal”. Acordando con esta idea, debemos adecuar y resignificar los materiales. Si los jóvenes aman la velocidad del flujo de la información, será necesario que también entiendan el significado de esa información, que está vehiculizada por los medios tecnológicos, pero que representa el mundo en el que estos jóvenes viven y crecen. También, es notorio que estas personas prefieren el universo gráfico al textual, con un predominio de la imagen como escenario de la comunicación. Esto se puede verificar en el uso de las computadoras, cada vez con más accesos gráficos y menos textos. Esto se apoya en otro párrafo del módulo, que habla de “otra perspectiva que cuestiona la visión tecnicista es la vinculada al pensamiento videológico. Los autores que se inscriben en esta corriente interpretativa sostienen que además de la capacidad de razonar linealmente, propia de la escritura, el pensamiento se construye con imágenes. Si tenemos en cuenta que las modalidades de pensamiento son sociales y varían de acuerdo a los distintos momentos socio-históricos, las formas de pensar, crear e imaginar en la actualidad van a estar vinculadas a los soportes en los que la información es representada.” Concordamos en que el pensamiento se construye con símbolos, que muchas veces son imágenes, y que éstas se relacionan entre sí creando estructuras. Si la escritura implica linealidad, estaríamos forzando una forma natural de crear esas estructuras, y el camino de los materiales no debe suponer un mantenimiento de esa linealidad. Esto supone una nueva forma de estructurar los recursos, inclusive la del libro. El texto tradicional supone una abstracción que ayudaría a crear estas estructuras, pero entendemos que no es la única forma.
Siguiendo el razonamiento de Entel, “Es como si pudieran pensar simultáneamente de dos maneras: una parecida al montaje fílmico y otra, a la típica linealidad de la escritura. Tal vez la palabra más adecuada no sea traducción porque se trasladan de una lengua a otra, más bien pasan de una visión del mundo a otra, de una valoración del cuerpo y la sensibilidad a otra, de un modo de componer y expresarse a otro, de una cognición a otra”. La simultaneidad del pensamiento no es nueva, aunque creemos que sí su forma de interpretarlo. Si está cambiando la cognición, debemos adecuar las formas de enseñanza a este nuevo paradigma, aunque creemos que esto es incipiente, y todavía nada concluyente.
De esta manera, la necesidad de la utilización de materiales es notoria, aunque creemos que varía sustancialmente de una materia a otra, de una disciplina a otra, ya que no es lo mismo su aplicación en ciencias duras, que en las ciencias sociales, que en las ciencias aplicadas. Los manuales digitalizados, los mapas en la web, las proyecciones, las diapositivas, las simulaciones por computadora, etc., son herramientas bastante disimiles que requieren de un uso diferenciado, con continentes y tiempos distintos, aunque con objetivos similares. El apoyo al proceso de enseñanza-aprendizaje resume la misión de los mismos, constituyendo muchas veces un medio imprescindible para realizar este proceso. La mediatización del proceso no constituye un fin en sí mismo, pero la preparación de los elementos que lo constituyen es fundamental para la eficacia del mismo. Si bien existen estándares que buscan optimizar los materiales didácticos, éstos están en constante revisión, no sólo por el avance de las teorías cognitivas, si no además por el de las ciencias que investigan el funcionamiento de los procesos físicos que intervienen en la memoria y el pensamiento.
– ¿Qué representaciones sobre los distintos soportes (texto verbal escrito, oral, audiovisual, imagen fija, etc.) presenta el material que usted ha seleccionado?
Primero, debemos hacer una descripción del material seleccionado. Para situarnos nuevamente, se trata del CD Nº 15 de la colección educ.ar, que lleva el titulo de “Aprendizaje por proyectos en tecnología”. Está dividido en 3 secciones, que son:
· Conceptos teóricos
· Actividades
· Recursos
http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD15/contenidos/index.htm
El apartado de los Conceptos teóricos es el más rico, y creo que esto ubica al software claramente en el rango de los materiales didácticos.
Aborda este tópico dividiendo a la lectura en campos de interpretación, lo cual confiere a esta herramienta la posibilidad de aproximarse por distintos caminos, no necesariamente en forma lineal y secuencial.
El predominio del texto verbal escrito es notorio, ya que si bien existen varias imágenes de mapas conceptuales, el aprendiz debe abstraerse a la lectura de este texto para poder comprender la idea desarrollada. Hay un ejercicio relacionado con el campo del imaginario social que resulta muy interesante, en el cual se propone la creación de un mapa conceptual para explorar las creencias y los conocimientos previos de los alumnos. Si bien la propuesta es textual, implica que el alumno diseñe y dibuje una estructura que luego podrá revisar a medida que avance con el desarrollo del material.
Los hiperenlaces son bastante claros, y permiten al usuario del software una navegación suave y precisa.
Como crítica podemos decir que el apartado sobre el campo de la producción es bastante limitado, y que podría haberse extendido bastante más para ampliar la data.
En cuanto al tópico sobre el campo educativo se explaya bastante sobre la Tecnología Educativa, y muestra un enlace hacia un trabajo basado en un texto de Isaac Adamov que es bastante interesante para alumnos de educación media, y tal vez superior. Sigue predominando la herramienta de texto puro por sobre otras variantes, que bien podrían haber sido incluídas. Existen enlaces a la web, pero esto requiere del software instalado en una máquina con conexión a Internet.
En cuanto a la Educación Tecnológica, se transcriben conferencias de distintas personalidades, que según lo autores de la compilación permiten observar distintas miradas sobre la temática. Verdaderamente, esta parte resulta bastante tediosa. La inclusión de los enlaces hace más fácil la nevegación, pero la multitud de estos cosnpira con una correcta interpretación. A veces, la superabundancia de información dificulta una correcta visión del objetivo, porque las múltiples ramas obligan al aprendiz a realizar un trabajo de jerarquización muchas veces pesado. Si es la voluntad de los autores el ofrecer una visión democrática, bienvenido, aunque creemos que esto debería estar mejor explicitado.
El apartado Recursos presenta otro tipo de herramientas para trabajar, como son las presentaciones en PowerPoint, las imágenes en forma de dibujos o fotografías, y los videos, como es el caso del Coyote y el Correcaminos, que sí representa un recurso novedoso para el aula. Explicar cómo es un proyecto utilizando tecnología, y los posibles fallos a lo que éste está expuesto resulta bastante árido, a menos que se pueda utilizar la analogía de un “tecnólogo por excelencia”, como es el Coyote.
En resúmen, creemos que es un material valioso para quienes desean aproximarse a esta temática, y que el material incluído es excelente y actualizado. Como contrapartida, es una herramienta para abordar con cuidado, y con muchas variantes que lo hacen de elaboración pausada y metódica, aunque no necesariamente lineal.
Prof. Mónica Tamoni
Lic. Rubén Carruego